lunes, 8 de agosto de 2011

El vídeo del cumple

Bajo la divisa de Martí, "en silencio ha tenido que ser, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas", mi mujer tramó una felicitación de aquellos amigos que no pudieran participar personalmente de ese acontecimiento indescriptible que constituiría el advenimiento de mis 50 años.
Con el material enviado por estos amigos, mi hermano Danny elaboró un oscarizable documento visual.
En las postrimerías de la fiesta de mi cumpleaños, o sea cuando se acabó la cerveza, me sentaron en el salón y me hicieron el último regalo de la tarde.
Publico aquí  en exclusiva para amigos y familiares el vídeo en cuestión.
Y también, a continuación del susodicho, expongo la filmación en directo de la visualización del vídeoencuestión, que es la mejor manera de contar lo que significó para mí aquel detalle en tan hermoso día.
Vaya con esto todo mi agradecimiento a quienes realizaron el esfuerzo, en muchos casos en condiciones infrahumanas como se verá, para que yo tuviera su alentadora compañía en momento tan tan tan...

Vídeoencuestión



Visualización del vídeoencuestión





Rubén por Pimienta

Aún conmocionado por el vídeo, el guajiro Pimienta me restregó en la cara su particular y predecible regalo.
Comparto aquí el vídeo de la lectura que hizo y transcribo las décimas, para los que no hablan "cubano".



Décimas por los 50 años de Rubén Aguiar Muñoz.


Cuando se cumple la edad
Que Rubén cumple ahora mismo
Casi todo el organismo
Se reduce a La mitad.
Las marcas de la ansiedad
Le roturan la silueta
Y al Músico y al poeta
Que tantos veranos carga
La única parte larga
Que le queda es la coleta.

Cuando se llega a 50
Se descubre sin engaños
Que ha durado 10 años
La crisis de los 40.
Imaginar los 60
Es una conformidad
Cuando se llega a la edad
De Rubén uno no es viejo.
El que es viejo es el espejo
Y no acepta la verdad.
 
Los cincuentones activos
Conservan tanto el calor
Que para hacer el amor
Usan dos preservativos.
Colocan uno en el vivo
órgano que la hembra aguanta.
Soplan el dos, su garganta
Lo infla cual globo oportuno
Y atando el dos en el uno
el uno se le levanta.

Dice la joven Rodés
Que Rubencito está entero
Que se pasa el año entero
Con sexual intrepidez
Dice que una vez al mes
Recuerda al de los 40.
Y que ahora al cumplir 50
Una vez a la semana
Le mostrara a la cubana
Que es mejor que el de 70.

Pero tranquilo Rubén
No sufras en los extremos
Que nosotros llegaremos
A los 50 también.
Los que ahora viejo te ven
Crían contigo esperanzas
Porque tú nunca te cansas
De probar con humorismo
Que eres y serás el mismo
Rubencito de matanzas.

Y en territorios lejanos
Tú que ahora intentas ser padre
Te has convertido en la madre
Y el padre de tus hermanos.
Acumulando veranos
Tu cuerpo crece y protesta.
Tú te ves una una fiesta
Donde tu familia está.
Yo te veo en Tarará
Con la guayabera puesta.

Te veo en el Guachinango
Y por la Calle del Medio.
Capitaneando el asedio
A alguna mata de mango.
Guajiro con alto rango
Sin surco en el entrecejo
Te veo bebiendo añejo
Al borde de una tarima
Besándole el rostro a Prima
Haciéndole caso al viejo.
Te veo en el Sauto entrar
Disfrazado de humorista
Escondiendo a un guitarrista
Que es capaz de improvisar.
Te estoy viendo en Limonar
En Cárdenas, Varadero.
Te estoy mirando pionero
Y después adolescente
Flaco, con barba, imprudente,
Riéndote el año entero.

Yo te veo Rubencito
Llorando por los rincones
Ordenando biberones
Y pañales de Danito.
Te veo en el Conejito
o encima del malecón.
Te veo entrando a un avión
Para nunca regresar
Y llorando sobre el mar
de la desesperación.

Te veo sólo en España
En Madrid y Andalucía.
Cádiz y Santa María
Dos Puertos en tierra extraña.
Te veo haciendo la hazaña:
Recuperar tu raíz.
Y para vivir feliz
En el sueño y la vigilia
Te trajiste a tu familia:
Tu verdadero País

Probaste que los cubanos
En esta u otra ciudad
Sufrimos multiorfandad
Si no tenemos hermanos.
Desafiaste los arcanos
Te dejaste la coleta
Y en un rincón del planeta
Donde aprendiste a vivir
Conseguiste reunir
A tu familia completa.

Incluso el viejo Rubén
El patriarca matancero
Como un moderno viajero
Viene hasta Madrid también.
Tú sí que lo has hecho bien.
Y antes de cumplir 50
Como el pasado alimenta
Recuperaste, maduro,
Al Aguiar más oscuro
Al de apellido Pimienta.

Y todo esto, en verdad
Es demasiado. Lo admito.
Yo creo que Rubencito
Se está quitando la edad.
No puede tanta ansiedad
Conseguirse a los 50.
Habrá que sacar la cuenta
Yo creo que el compañero
Debe ser Compay Tercero
Tiene entre 80 y 90.

Este joven cincuentón
con guitarra y con coleta
Mitad Músico y poeta
Mitad bohemio e histrión.
Esta en prejubilación
Casi al final del programa
Menos mal que halló una dama
De rostro y cariño plenos
Y que le da, por lo menos,
Alegrías en La cama.



Alexis Diaz Pimienta 
11 de junio de 2011

Celebración

Una muestra en fotos de la celebración.


Pablo y el "Coco"

Los festejos por mi entrada en los 50 no los disfruté a solas. Me acompaño un queridísimo y viejo amigo, un amigo de esos que todos quisiéramos poseer eternamente, para por todo ese tiempo sentirse joven, que es también sentirse feliz.

Mi amigo Pablo celebró conmigo su llegada a los 14. Apenas unas horas de diferencia conmigo.
Yo fui su "coco", su lobo feroz, o mejor, su temible cazador hace muchos años. Cuando se comportaba como un niño, cosa bastante frecuente en quien lo es, mamá Nuria y papá Josefo, nuestros inapreciables amigos y vecinos entonces, le aseguraban que si no cambiaba su actitud llamaría "a Rubén ¡con la escopeta!"  ¡Cuántas imágenes horribles de "Rubén con escopeta" habrá dibujado mi amiguito en su primera infancia!
Todavía cuando me abraza con un cariño que de pocos niños he recibido me dice:
- Hola, mi coco... Rubén, tú sigues siendo mi coco...
Aún así, sospecho que está mucho menos traumatizado que si le hubieran amenazado con una de esas canciones mías escritas en contra de todo en mi años de estar en contra de todo.
Mucho cariño genera en mí este mi amigo y fue un gran honor compartir con él mi llegada a la media centuria.

50

(Texto publicado y comentado en mi blog "No sé bien")

sábado 11 de junio de 2011


50

Esta mañana, transparente y única como todas, me ha sorprendido sobresaltado ante la perturbadora noticia de que mi esposa, desde hoy 11 de junio de 2011, está casada con un señor de ¡50 años!
Me tengo que replantear seriamente el matrimonio, pues no me gustan las mujeres que andan con viejos. Sobre todo las que son tan hermosas, sensuales y nobles. Siempre he tenido la impresión de que estas, las pobres, no tienen muy claro lo que hacen. O que el fulano tiene mucho dinero. O que, evidentemente, esa mujer nunca ha tropezado con un tipo como yo.
Lo tengo decidido: puesto que está claro que ninguno de esos tres casos es el mío, esta semana misma hablo con mi esposa y, o me da un argumento convincente acerca de qué hace casada con un tío tan antiguo, o me divorcio.

Mi hijo todavía no sabe que, mucho tiempo después, este será el primer cumpleaños que recuerde de su padre. Los hijos, no importa la edad, tienen invariablemente la impresión de que los padres siempre han sido viejos. Lo digo como hijo. Y como padre. No son justos los hijos que cuando cumplen 50 años exclaman:
- “Carambarecuerdo cuando mi padre cumplió esta edad... ¡Diablos! ¡pero él era ya un viejo cuando aquello!” -
Decidido: puesto que ese ha sido hoy exactamente mi caso, esta tarde me hago 20 fotos con mi chiquillo para que, mucho tiempo después, vea que su papito era tan joven como él, o más, el día que cada uno en su momento cumplió 50 años.

Mis hermanos anoche me lanzaban miradas de compasión con gesto resignado. Al felicitarme llegadas las 12, me parecieron un tanto desorientados, entre afligidos y conscientes de lo irremediable de la nueva rara situación. Ambos más jóvenes que yo, no conseguían evitar mirar desde cierta culpa. Algo así como se mira a un conejillo atropellado en la carretera.
Les comprendo: es la primera vez que tienen un hermano con la edad de Papá.

El resto de la familia se reunirá hoy conmigo en plan compromiso familiar, pasando por alto que, puesto que mi padre está al otro lado del océano, pegado a un teléfono en Cuba, han sido convocad@s en homenaje al segundo más viejo de la tribu y Cacique en funciones.
Que yo cumpla 50 años no altera en nada sus circunstancias personales y colectivas:
Mis cuñadas seguirán creyendo que los únicos hombres que existen son mis hermanos y, puesto que a estas alturas, como toda mujer moderna, deben estar convencidas de que todos los hombres somos iguales, estarán sorprendidas de que yo no las ignore. Pues no, hoy no. Es algo complicado de explicar.
Mis sobrinas pequeñas se darán ese baño de primas que no tiene igual en la tierra.
Mis sobrin@s mayores, cobijados por sus satélites naturales, recuperarán nuevamente por un rato el protagónico que resulta de ser, junto a mi hijo, el centro cronológico de la familia.
Los primos nos darán su casa, su bondad y sus oraciones sin faltar al amor.
Todos en la certeza de que a la tercera cerveza me quedaré dormido en el sofá y me despertaré con mi deshilachada melena convertida en una cómica trenza diseñada y confeccionada por mis sobrinas y aplaudida por todos.
Y me querrán. Incluso tan pobre.

Mis amigos al parecer han comenzado a darme, desde ya, tratamiento de jubilado. Últimamente ni se molestan con mis insultos ni se insultan porque no me ocupo de ellos, de escribirles, de llamarles y a veces ni de insultarles. Son la gran ausencia, ya demasiado larga y al parecer irremediable.

Y al final quedo Yo. Desorientado y configurado con los mismos sueños de siempre (es lo bueno que tienen los sueños no cumplidos) Crecido de dudas y deudas. Con menos certezas cuántos más años dejo atrás. Preguntándome acerca de la responsabilidad que me aseguraron llegaría con los años (nunca me dijeron con los cuántos años) Y preguntándome aun ¿cuándo voy a madurar? ¿por qué continúo haciendo muecas delante del espejo? ¿hasta cuándo seguiré aplazando la compra de una muda de ropa bien cara, de esas que no dejan lugar a dudas acerca de tu ideología? ¿cuándo dejaré de andar haciendo chistes a toda hora acerca de todo de manera irreverente y despiadada y con absoluta carencia de tacto y sin atender a la realidad de las arrugas que seguramente tengo y todos ven pero a las que no rindo el respeto que merecen o que merezco por culpa de mi absoluta carencia de un apropiado sentido del comportamiento? ¿para cuándo aquello de ser un adulto no cronológico sino real y necesario?

Hoy cumplo 50 años y tengo mi hambre y la razón ancladas en los 18. No elijo esa edad al azar: lo único que me advierte de la conveniencia de cierta contención es lo ineludible que resultan cada vez más las Garras de La ley del Hombre. Cada día más próximas esas garras a cuanto toco y se me aproxima. Cada día más falsas , más absurdas, más ilegítimas. Sigo queriendo luchar contra esas garras, porque creo que es uno de los pocos buenos motivos por los que luchar. Y lo haré, aunque cada mañana, como esta de hoy, una interior voz amiga, bromista y seria, me advierta:
Cuidado, todo lo que diga el Gobierno puede ser usado en tu contra.

Hoy, al cumplir 50 años, descubro que he recuperado algo que creí agotado hace mucho tiempo: mi Futuro, aquel sobre el que una vez canté que había pasado ya.
Hoy que cumplo 50 años he descubierto que tengo un Futuro nuevo. Y este no dejaré que me lo arrebaten. Esta vez no lo dejaré escapar.
Cumplo 50 años sabiendo que estoy empezando a vivir.
Quiero estudiar.
Quiero ser libre.
Y quiero estar con los míos otros muchos años.

Rubén A.M.
Junio 11 de 2011